DIME 2018 y un día cualquiera. – Jesús González García

Hace menos de 3 años que comencé con mi proyecto profesional, me dedico al diseño gráfico bajo una marca propia ofreciendo servicios de branding y diseño web. El día que comencé, ya sabía hasta cierto punto, de las dificultades que el sector entraña y mucho más en Extremadura.

Antes de embarcarme en esta aventura, mis estudios de marketing me habían llevado a trabajar en el comercio minorista, gestionando un supermercado, obteniendo durante esta etapa una perspectiva muy realista sobre el mercado y el funcionamiento de las marcas. Durante este periodo también tuve tiempo, de reflexionar sobre una de las premisas más importantes que hoy pesa en mi vida.

“Intenta trabajar en algo que te apasione”

No es que mi antiguo trabajo fuera malo, de hecho económicamente no estaba nada mal, teniendo en cuenta los sueldos que se manejan ahora, aprendí muchísimo en él y era bastante entretenido. Pero no me apasionaba, y calculando que llevaba 10 años trabajando en eso y que en aquel momento tenía 30 años, caí en la cuenta de que llevaba un tercio de mi vida trabajando en algo que no me motivaba.

Por supuesto no es el fin del mundo y si mi situación hubiera sido otra, no hubiera tenido problema en seguir trabajando en el comercio. Pero solo tengo una vida y he decidido que ya que todos los días tengo que gastar un montón de horas para obtener ingresos (las facturas no se pagan solas). Quiero hacer algo que me apasione.

Pero no todo es así de bonito ni de fácil, de hecho, mantener mi nueva actividad me está costando mucho más de lo que pensaba. Hay días que todo se vuelve en tu contra. Ayer fue uno de estos días. Los ingresos que esperaba para hace una semana no llegan, un cliente no termina de estar satisfecho tras las suficientes propuestas. Otro cliente que lleva meses mareándome porque ni él mismo tiene claro su proyecto.

Llegué a casa a medio día, cagándome en el diseño y en Paul Rand, y para colmo es la semana del diseño de Mérida.

Ya tenía decidido ir a la charla de Ana Gea y Victor Palau, pero, joder, que pocas ganas después de la mañana de lucha que había tenido con el diseño.

Por suerte mi chica me animó para que fuéramos.

Y ya que íbamos, aprovechamos para ver también la charla de Paco Martín (Director Creativo en Monográfica) y Abel Hernández (Director Creativo de Agencia Visual), por cierto nos encantó escucharlos, me sentí aliviado y arropado al escuchar a Paco afirmar que ellos también se pelean con los clientes, que el cliente no siempre sabe lo que necesita y que a veces es difícil hacerle entender algunas cuestiones. La charla de Abel fue inspiradora, me sentí abrumado por los trabajos de su Agencia (por supuesto muchos ya los conocía) y nos dio una lección de como sobreponerse a las adversidades, tras haberse quemado su estudio hace un par de años.

Tras ellos la guinda del pastel Ana Gea y Victor Palau, le robo a Daniel Hervás el tuit “Qué regalo la charla de @PalauGea en #dime2018”.

Me sedujo increíblemente la sencillez con la que se expresaban, ese don comunicativo que tienen los buenos profesores. Al estar en pareja en algunos momentos su tranquilidad y chispa hacían que pareciera un dúo cómico.

Nos deleitaron con algunos de sus trabajos como PalauGea, nos mostraron Universo de Emociones, entre otros proyectos, como ejemplo de como trabajar sin clientes. Y por último nos dieron todos los detalles de como se gestó Gráfica, la revista en papel más relevante en el mundo del diseño de habla hispana.

Acabo ya, pero antes os dejo una última reflexión, ya volviendo en el coche hacia Badajoz pensaba en el largo día y en el cambio de ánimo que había experimentado, al entrar en la sala del Centro Cultural de Santo Domingo. Algo en aquel ambiente me había llenado de energía positiva, sintiendo, que algo teníamos en común todos los que estábamos en aquella sala. Paco, Abel, Ana, Victor, Daniel, Laura, Alba, Silvia, etc…, pasión por hacer lo que nos gusta, que en este caso es el diseño.